Fresa: la reina de la primavera llega a los mercados municipales

Ya ha llegado la primavera y con ella muchos productos típicos de esta temporada, como las fresas. Su color y sabor la convierten en una fruta muy versátil en la cocina, sobre todo en repostería, donde puedes dejar volar la imaginación y utilizarla prácticamente para todo. No obstante, si quieres innovar un poco, también puedes utilizar esta fruta en platos salados. 

Conoce un poco más esta fruta

La fresa es típica de las zonas húmedas y climas templados. En el mundo se conocen 1.000 variedades de fresas, entre las que se pueden destacar la fresa europea, más pequeña, delicada y con un sabor dulce. También la fresa americana o ‘fresón’ que es más grande y resistente, pero menos dulce y las fresas silvestres, que son más caras, debido a que son más difíciles de encontrar. 

En España se cultivan principalmente en Huelva, que representa el 65% del volumen de la producción nacional. Aunque Barcelona, Valencia y Extremadura también son lugares con una producción importante de esta fruta.

Cómo escogerlas y conservarlas 

Según la variedad, la fresa florece desde finales de invierno hasta principios de verano, por lo tanto, los frutos maduran durante toda la primavera y podemos encontrar fresas en los mercados municipales desde marzo hasta julio. 

Cuando se encuentran en su punto óptimo, las fresas tienen un olor inconfundible que hace que las podamos reconocer enseguida. Por lo tanto, a la hora de escoger, es importante fijarse que sean gruesas, brillantes y frescas. 

Para conservarlas siempre es mejor si se guardan en el frigorífico o en un lugar fresco, oscuro y ventilado. El calor, el transporte y la humedad son los mayores enemigos de las fresas, puesto que hará que se echen a perder con facilidad. Aunque son alimentos muy delicados, en buenas condiciones pueden conservarse hasta 5 días, si no están muy maduras. 

Las fresas a la cocina

En la cocina hay dos reglas fundamentales: no mover mucho las fresas y no exponerlas al calor. También es importante lavarlas en el último momento, antes de servirlas y no dejarlas a remojo para que no se pierda el zumo. 

Su sabor dulce y perfumado hace que sean perfectas para tomar al natural o bien acompañadas de otras frutas o un zumo de naranja. Si quieres innovar un poco, puedes probar a incluirlas en una ensalada y darle un poco de contraste de sabores. También son perfectas para preparar cualquier tipo de dulce como un pastel o un batido de frutas.