La sandía: conoce un poco más sobre esta refrescante fruta veraniega

La sandía: conoce un poco más sobre esta refrescante fruta veraniega

Todos los veranos, la sandía llega a nuestra mesa para refrescarnos y ayudarnos a combatir el calor. Esta fruta, típica de climas cálidos y templados, se caracteriza por tener una corteza dura de gran grosor y de color verde, que alberga en su interior una pulpa rosada llena de sabor.

La producción de sandía en España va de junio a septiembre, lo que la convierte en el acompañante perfecto para un día de playa. Además, gracias a que está compuesta por un 90% de agua, nos ayudará a hacer frente a las altas temperaturas, propias de estos meses.

 

TIPOS DE SANDÍA

La sandía es una de las frutas más extendidas por todo el mundo, lo que hace que existan, aproximadamente, unas 50 variedades distintas, clasificadas según su forma, el color de pulpa o la piel, el peso o el periodo de maduración. De manera general, podríamos clasificarlas en dos grandes grupos: con y sin semillas.

  • Con semillas. Son las variedades tradicionales, que tienen en su interior semillas de color negro o marrón.
  • Sin semillas. Son aquellas sandías cuyas semillas son de color blanco y pasan desapercibidas al comer. Su corteza es verde con rayas de color verde oscuro y su carne puede ser amarilla o roja.

 

CONSEJOS DE COMPRA

Cuando vayas a tu mercado municipal o tienda de confianza a por sandía, ten en cuenta los siguientes consejos para escoger la que esté en su punto.

Lo primero que tienes que hacer es comprobar si está madura. Para ello, busca una mancha de color amarillo en la piel. Esto indica la zona que estaba en contacto con el suelo cuando empezó a madurar.

Otro truco a la hora de comprar es darle golpes con los dedos o la palma de la mano para ver si suena “hueco”. En el caso de las sandías con la cortea verde oscura, debes poder hacer una raya en la corteza con facilidad.

Por último, si comprar una sandía entera te parece demasiado y prefieres comprar solo media, fíjate en que la pulpa esté firme y jugosa y tenga un color brillante.

 

CONSERVACIÓN

En verano, es importante saber conservar bien los alimentos ya que las altas temperaturas juegan en nuestra contra. En el caso de la sandía, gracias a su corteza, se puede conservar bien, siempre y cuando sea en un lugar fresco y seco.

Una vez abierta, conviene consumirla cuanto antes para que no pierda todo su sabor. Guárdala en el frigorífico, pero siempre en la parte menos fría, ya que esta fruta no tolera bien las bajas temperaturas.

 

LA SANDÍA EN LA COCINA

La sandía es una fruta perfecta para calmar la sed e hidratarnos, por eso se encuentra en el pódium de las mejores frutas de verano. En gastronomía es muy común encontrarla en helados, sorbetes y zumos. Debido a su textura, no se suele usar para hacer otro tipo de recetas más elaboradas, ya que se estropea fácilmente y la pulpa se vuelve demasiado acuosa.

Sorbete de sandía

Preparar un sorbete es una idea genial que te ayudará a refrescarte y que puedes llevar contigo a la playa, piscina o cualquier excursión fuera de casa. Lo único que tienes que hacer es cortar la pulpa de la sandía a trocitos e introducirla en un vaso de batidora. Después añade 4 cucharadas de agua y edulcorante o azúcar al gusto (es recomendable echar un poco e ir probando para no pasarse). Por último, bátelo todo e introdúcelo en el congelador.

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